HISTORIAS DE LA REALIDAD

  Lejos de su seguridad, al brasileño Lourival Máximo da Fonseca, algo le falló. En su tierra   natal se había puesto la carátula de uno de los más grandes narcos, pero el asesinato   de dos hombres en la población de San Ignacio de Velasco, ubicada en el departamento de Santa cruz Bolivia, lo puso en la ruta de la policía del país que no lo dejó escapar. Alos verde Olivo, no les fue fácil para llegar a él, de por medio, hubo cruce de fuego.   Lourival, para pasar por desapercibido, utilizaba dos identidades: Sebastiao Miranda Oliveira Andrés Goncalves Oliveira El Ministro de Gobierno, Eduardo del castillo, dio a conocer que el narco había encontrado la forma de tramitar un documento legal, ahora buscan al funcionario que emitió la cédula de identidad.   “Tiao”, cómo también se lo conocía, ya era conocido en la década de los 90, y se presume que se movía entre Brasil y Bolivia, desde este último había hecho conexiones con Perú y Paraguay. ...

A pocos metros de la Secretaría de Industria y Comercio, a pocos metros de la Gobernación de Santa Cruz, a unas pocas cuadras de una comisaría y de una repartición policial, bajo las narices de todos está la clefa, la marihuana y los psicotrópicos. Son mujeres jóvenes y adultas junto con hombres que se camuflan bajo una gorra o un carrito de helado los que se encargan de la venta. Esconden las sustancias entre sus ropas, en un hueco de la calle o en sus bolsos. Los consumidores ya saben quienes son y sin tanta búsqueda se acercan para adquirir el alucinógeno que los aislará de su realidad. El informe del periodista Jaime Herrera presentado por Noticias PAT, refleja algo que nos tiene que golpear a todos. ¿Quiénes deben actuar?¿Cómo deben actuar? o más bien, replanteando ¿Cómo debemos actuar para poner solución a un problema, que en el mismo lugar es frecuente? Mirá el informe y dejame tu opinión.

Esta es la historia de Vilma.... ¿la verdad? la historia no es solo de ella.  Vive en el barrio estación Argentina de Santa Cruz. Al cruzar la puerta de su casa encontrás una señora muy amable, tras la bienvenida  lo que hace inmediatamente es mostrarte lo que ocurre en un cuarto apegado a su patio. Al caminar por el pasillo la tranquilidad del lugar es alterada por ruidos provocados por una cadena; larga, pesada,un extremo asegurada a la pata de una cama, en el otro extremo al pie de su hijo. Vilma no sabe que hacer, se cansó de pedir en reiteradas ocasiones que se abra un centro de rehabilitación para darle la posibilidad a su hijo de tener un futuro. Ambos se miran. Ella le demuestra su amor y él le responde. De donde no llegan respuestas es de quienes tienen que darlas.