QUERÍAN $US 100 MIL. SEA TESTIGO DE COMO NEGOCIABAN PARA LIBERAR A UN SECUESTRADO.

La dureza con la que un secuestrador puede llegar a negociar con los familiares de una víctima impacta como también impacta la forma en la que pueden tratar al que está privado de libertad. Bajo estas circunstancia tanto la víctima como su familia quedarán marcadas por lo ocurrido.

 Esta historia verdadera ocurrió en el norte de Santa Cruz, en la Comunidad San Salvador Minero.

 Comenzó el 17 de abril, cerca de las 18:30.

Dionicio Orellana Gonzales se encontraba en el interior de su casa con su familia cuando fueron sorprendidos por aproximadamente 6 delincuentes, según narró a la policía. Estos hombres buscaban dinero y encontraron bs 750. Eso no fue suficiente. Maniataron a Dionicio, lo subieron a un auto blanco y se lo llevaron bajo la mirada impotente de sus seres queridos. De allí en mas comenzó la pesadilla.

El anciano de actividad agricultor fue retenido de la forma reflejada en las imàgenes.

Mientras la policía se movilizaba los delincuentes decidieron ponerle precio a la vida del agricultor. Tomaron contacto con el hijo de Dionicio y le exigieron el pago en primera instancia de 200 mil  dólares.

Los investigadores comenzaron a rastrear del origen de las llamadas. Una de ellas se conoció. Ahora será testigo de la forma en que el hijo del secuestrado era presionado para entregar el dinero.

La llamada exigía que el dinero esté adentro de varias bolsas, bien amarradas y que sean lanzadas al Río Palometillas dos. Con el dato el operativo policial fue planificado y se logró detener  a Iván Vargas Mejía que estaba junto a Richard Ahuacachi Esqueti y Renán Calustro Huanca. De allí el movimiento de los uniformados fue hasta un inmueble ubicado en la Avenida Panamericana de la ciudad de Santa Cruz, donde logran rescatar a Dionicio y detener al resto de la banda, Hugo Estrada y Percy Vargas Cuellar. 

La organización estaba conformada como muestra la imágen

Ahora buscan al prófugo, mientras que una familia lucha por salir de un trauma. No solamente secuestraron el cuerpo sino que también secuestraron la tranquilidad, y esta sin duda costará más liberarla.

Escribe: Ezequiel Serres Picasso
Es actualmente Director Nacional de Prensa de PAT y conductor de Noticias PAT Mediodía